jueves, 28 de mayo de 2009

LA MARIHUANA:

Todo comenzó hace aproximadamente diez años. Había alcanzado considerablemente un período relajado en mi vida, una época en sentirme que había más a vivir que ciencia, una época de despertar de mi sentido social, una época en que estaba abierto a nuevas experiencias. Había hecho un grupo con quienes fumaba de vez en cuando marihuana ilegal, con placer evidente. Inicialmente estaba poco dispuesto a participar, pero la euforia evidente que la marihuana produce y el hecho de que no había apego fisiológico a la planta, me persuadieron a intentar. Mis experiencias iniciales eran enteramente decepcionantes; no había efecto, comencé a entretener una variedad de hipótesis sobre la marihuana, un placebo que trabaja por la expectativa y la hiperventilación más bien que por química. Después de que sucedieran cerca de cinco o seis tentativas fracasadas. En la parte posterior a la sala de estar de un amigo, examinaba el patrón de sombras en el techo hecho por una planta.
Puedo recordar otra experiencia visual temprana, en el cual vi una llama de la vela, estando parado con indiferencia magnifica, el negro disimulo al caballero español que aparece en al etiqueta de la botella de jerez de sandeman
En este sentido, supongo que la marihuana es psychotomimetic, pero no encuentro ninguno pánico o del terror que acompaña algunos psicosis.
.la ilegalidad del de la marihuana es indignante, un impedimento a la utilización completa de una droga que ayude al producto la serenidad y la penetración, sensibilidad y beca necesitadas tan desesperadamente en este mundo cada vez más enojado y peligroso.

mateo gonzalez santos grado 10