miércoles, 22 de abril de 2009

EL PAR DE ZAPATITOS ROTOS
Había una vez en un pueblecito lejano, un humilde zapaterito viejo,no tenía
familia ni hijos solo lo acompañaban en su hogar un perrito y un gallo,el que
cantaba alegremente todas las mañanas anunciando un nuevo amanecer.Cada mañana al abrir sus cansados ojos,el viejito,elevaba sus oraciones a Dios,agradeciéndole por el nuevo día pero muy dentro de su ser tenía una tristeza tan grande,tan grande,que en ocasiones lloraba a solas y le pedía al señor jesucristo que lo dejara vivir lo suficiente para poder realizar el sueño más grande de su vida:_ poner en los pies de todo niño descalzo, un par de zapatitos nuevos.Se acercaba ya la navidad, la gente iba y venía alegre cargada de regalos y paquetes paseaba él por una calle,cuando en medio de ella vío un niño que dormía sobre el pavimento y tenía en sus pies un par de zapatitos rotos,se le entristeció de tal manera el corazón, que elevó sus oraciones a Dios con un sentimiento indescriptible.Fue en ese momento,cuando observó que la cabecita del niño brillaba y se desperto de su sueño.El niño lo miro y le dijo_ mi padre a escuchado tus oraciones y ruegos, por eso me ha enviado a ti. Luego quitándose los zapatitos le siguío diciendo: _ Me ha encargado que te entregue este par de zapatitos rotos, todo aquel que se lo ponga en la noche de navidad amanecerá con un par de zapatitos nuevos; y asi podrás cumplir con el mayor de tus deseos.Dicho esto el niño desapareció ante la mirada del zapaterito.Èrase ya la noche de navidad; al dar la iglesia las doce campanadas salió el con los zapatitos rotos , fue de calle en calle, de pueblo en pueblo colocando los zapatitos rotos a cuanto niño descalzo hallaba. Por fin amaneció y cuan grande fue la alegría de los niños pobres de calles y pueblos , pues todos tuvieron zapatitos nuevos en sus pies antes descalzos .Cuando canto el gallo al amanecer, ya no escucharon las acostumbradas oraciones del zapaterito viejo;ni se abrió la puerta del taller .Solo se sentía el aullar triste del perro; fue en ese momento, cuando muchos niños con lagrimas de alegria en los ojos , se acercaron a la puerta del taller y decidieron abrirla ; se llevaron una gran sorpresa pues encontraron al zapaterito viejo sumido en el sueño más grande, pero con una sonrisa en sus labios y entre sus manos el par zapatitos rotos.
VANESA ZULUAGA TORO
11